VIDEO DEL ESTUDIO DE LA MEDITACION EN RTVE
La
meditación es una práctica milenaria que ha despertado la atención de la
neurociencia y la medicina por su impacto en la salud física. Ayuda a
transformar actitudes y hábitos mentales nocivos en positivos, a tener más
capacidad para regular las emociones y el estrés, y obtener mayor bienestar y
serenidad. El Doctor y psicoanalista Alberto Lóizaga explica que “A veces hay
cargas del pasado no resueltas, porque no se perdonaron heridas o se tienen
expectativas sobre el futuro. Con la meditación, se consigue disolver esas
cargas, y concentrarse en la presencia continua”.
A partir de evidencias de estudios científicos, ahora los
médicos están recetando también la práctica diaria de la meditación. No es una
cuestión “alternativa” sino un complemento a los tratamientos convencionales.
Cada día es mayor el número de personas que practican la meditación y sus
técnicas se llevan a todos los ámbitos, incluidas empresas, cárceles y
hospitales. La práctica constante de la meditación permite bajar la
presión arterial y el deseo de fumar tabaco, y controlar el dolor crónico, entre
otras muchas adicciones y patologías.
Generalmente cuando uno medita por primera vez, su mente
no descansa, todos sus pensamientos le acaparan, y con los ojos cerrados se
pregunta ¿estaré meditando? Se suele empezar a meditar por curiosidad, por
quererte sentir bien, porque tu amigo lo hace y lo ves diferente o porque una
parte de ti simplemente lo siente.
Empiezas a valorar el meditar cuando te das cuenta de que
miras las cosas de tu día a día de otra manera, y la única diferencia ha sido
que has empezado a meditar. Entonces valoras la importancia de que tu mente se
aquiete o en otras ocasiones se llene de pensamientos, imágenes que estaban
latentes en tu corazón, deseosas de salir. Más importante aun cuando empiezas a
sentir cuánto quieres a los demás, como si de cada persona te enamoraras, y
cuán maravilloso es este regalo de vida. La visión del mundo cambia por
completo. Se desvanecen los estados mentales negativos, el odio, el rencor, la
ira, la envidia. Los logros de los demás son como si fueran tuyos, su felicidad
es tu felicidad. Tu actitud hacia ellos es cálida y cercana. Desaparecen
barreras, para que aquello que ya está en ti como el amor, la salud, la
abundancia, salga a la luz.
Y finalmente vislumbras un mundo mejor en tu imaginación,
en tu corazón, y el cambio se manifiesta ya, en el aquí y ahora. Sientes que no
solo vale la pena vivir plenamente sino que esta experiencia humana es el
regalo que debes compartir con los demás, ofreciendo lo mejor de ti.
Es el corazón que comprende gracias a la meditación.
Y desde tu sabiduría un mundo de amor y paz se
manifiesta. Hay que empezar por uno mismo, empezando por ti puedes llegar a los
demás. Dando ese pasito en el camino de lo etiquetado como espiritual, podremos
crear entre todos un mundo mejor. Estirado, sentado, con los ojos cerrados,
uniendo índice y pulgar, poniendo la intención de ‘Voy a meditar’, con el
desapegado al resultado a lo que pueda ocurrir. Sí, son solo 5 minutos al día,
¡regálatelo! para tí, tus seres queridos, niños, adultos y tercera edad.
Cristina Casanova
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